Los adjetivos posesivos expresan pertenencia respecto a las personas gramaticales. Se pueden clasificar por su posición respecto al sustantivo que acompañan:
Cuando se escriben antes del sustantivo se llaman átonos o débiles:
- Mi automóvil está descompuesto.
- Mis tías viajarán en verano.
- Tu amiga es muy guapa.
- Dejaré tus llaves sobre la mesa.
- Francisco y su hijo regresarán pronto.
- Daniela y sus amigas irán al cine.
- Nuestro perro está enfermo.
- Nuestra prima espera una carta.
- Nuestros familiares nos visitarán en marzo.
- Nuestras maletas se extraviaron.
- Vuestro deseo se impone.
- Vuestra determinación rendirá frutos pronto.
- Vuestros alumnos son los mejores.
- Vuestras hijas son hermosas.
- Los niños corren tras su padre.
- El niño ordena sus juguetes.
Cuando se escriben después del sustantivo se llaman tónicos o fuertes:
- ¡Hijo mío!
- ¡Madre mía!
- ¡Amigos míos!
- ¡Amigas mías!
- Ese hijo tuyo es incorregible.
- Esa hija tuya es adorable.
- Esos perros tuyos son escandalosos.
- Esas camisas tuyas son elegantes.
- Ese amigo suyo es un interesado.
- Esa amiga suya es muy deportista.
- Esos hijos suyos acabarán con su salud.
- Esas hijas suyas son unos luceros.
- Esa amigo nuestro está dispuesto.
- Esa hija nuestra baila muy bien.
- Esos primos nuestros viven en Lima.
- Esas primas nuestras tienen pecas.
- Esa automóvil vuestro está mal estacionado.
- Esa casa vuestra es un palacio.
- Esos ojos vuestros brillan.
- Esas miradas vuestras delatan sentimientos.
Los adjetivos tónicos poseen mayor capacidad enfática.
Los adjetivos posesivos se pueden ordenar por el número de poseedores:
Un poseedor: mío, tuyo, suyo, mía, tuya, suya, míos, tuyos, suyos, mías, tuyas, suyas, mi, tu, su, mis, tus, sus.
Varios poseedores: nuestro, suyo, su, vuestro, nuestra, suya, nuestros, suyos, sus, nuestras, suyas, vuestras.