Los pronombres personales me, te, se, nos, os; lo, los, la, las, le, les son palabras átonas que no pueden aparecer aisladas. Se apoyan prosódicamente en el verbo el que complementan.
Si preceden al verbo, la construcción se llama proclítica, y se escriben separadas aunque suene como una sola palabra: Te lo cambio. Los pronombres proclíticos son aquellos pronombres que van antes del verbo sin formar una sola palabra:
- Me río
- Te pego
- Se salió
- Lo repetían con frecuencia
- Te ví
- Me lo dijo
- Se lo dijo
- Le cayó
Pero, si aparecen después del verbo, se llana construcción enclítica, y forman una palabra compuesta: Cámbiatelo. Todos los pronombres pospuestos van unidos al verbo. El pronombre enclítico se emplea en los siguientes casos:
Con las formas del infinitivo y del gerundio
- quererlo
- sujetándolo
- colocarlo
- contándoselo
Cuando un verbo en forma personal precede al infinitivo o al gerundio, se puede separar el pronombre y anteponerlo al verbo conjugado:
- la pretende querer → pretende quererla
- lo está sujetando → está sujetándolo
- lo consiguió colocar → consiguió colocarlo
- lo estuvo contando → estuvo contándoselo
En el modo imperativo, cuando hay pronombres estos son forzosamente enclíticos:
- amadlo
- casémonos
- hazlo
- dibújalos
En el presente del subjuntivo, cuando este adquiere un carácter imperativo:
- comámoslo
- mírenlo
- movámonos
- díganle
El pronombre enclítico no debe emplearse en el presente de subjuntivo cuando este tiene carácter imperativo negativo:
no le digan → no díganle
Incorporar el pronombre enclítico puede hacer que la ortografía del verbo se adapte. Esto sucede con los imperativos terminados en -d que se combinan con -os, o con lo terminados en -s que se combinan con -nos. En estos casos se pierde la última letra del verbo:
- callad + os → callaos
- dad + os → daos
- partid +os → partíos
- amad + os → amaos
- llamad + os → llamaos
- id + os → idos (excepción)
- casemos + nos → casémonos
- vamos + nos → vámonos
El imperativo de ir (id + os → idos) conserva la d intervocálica.
La doble s que puede aparecer al unir el pronombre se simplifica:
- digámoselo
digámosselo
No se simplifica en cambio la n:
- díganos (diga usted, singular)
- dígannos (digan ustedes, plural)
Esta última es poco común, pero aquí un ejemplo.