La coma se utiliza para marcar pausas en un enunciado. La coma:
- Separa los elementos de una enumeración, a excepción el último cuando hay una conjunción (y, e, o, u). También se usan puntos suspensivos o etcétera (etc.) para terminar una enumeración: Los perros, gatos y pericos son las mascotas más populares. Enrique organizará sus cuadernos, libros y carpetas. He tomado clases de pintura, baile, grabado, escultura, teatro… Miguel llegó, saludó, comió, platicó y salió.
- Separa construcciones paralelas: Ella se peinaba, yo la admiraba. Los estudiantes resolvían el examen, el profesor los observaba. Nos besábamos, el tenue fulgor de la Luna iluminaba nuestros labios.
- También separa sintagmas coordinados, pero no paralelos (a diferencia del inciso anterior): El crecimiento de la población mundial es exponencial y preocupante, y lo peor es que los recursos del planeta son limitados.
- Separa el vocativo del resto de la oración: Hijo, termina la tarea para irnos al cine. Doctor, en cuánto tiempo me recuperaré. Se nos hace tarde, Mario. Adolfo, termina de comer. Hermana, salgamos ya. Señores, les doy la bienvenida. No dejes de venir, tío. Oye, hermano, deja de molestar. Deseo que lo logres, cariño, lo más pronto posible.
- Se usa en las oraciones condicionales introducidas por si, en caso de que: Podrás hacerlo, si te esfuerzas. Saldremos al parque, si no llueve. Viajaré, en caso de que me den unos días libres en mi trabajo.
- Se usa en las oraciones concesivas introducidas por aunque, por más que: Debemos hacerlo, por más que no nos guste. Lo haré, aunque no estoy de acuerdo.
- Se usa en las oraciones consecutivas introducidas por que: Ha dicha tantas mentiras, que ya nadie le cree. Ha comido tanto, que se siente enfermo. La quería tanto, que perdí la cabeza
- La conjunción pues va precedida de coma si aparece al final de la frase con sentido consecutivo: Esto no funcionará; dejémoslo, pues., No hay una sola cafetería abierta; no tomaremos café hoy, pues.
- Se usa en las oraciones causales introducidas por porque: Ganamos el torneo, porque entrenamos todos los días. Tengo éxito, porque me concentro en mis objetivos.
- Separa las oraciones subordinadas que se anteponen a la principal: Cuando salga de trabajar, pasaré a saludarte. Le gustaba bailar, lo practicaba frecuentemente. No lo pensó mucho, lo hizo y ya. Salieron a jugar, el calor casi los sofoca.
- Elementos que se han desplazado de su lugar normal en la oración: El chocolate, eso es lo que más me gusta. A vicepresidente, le gustaría llegar. Menos trabajar, todo lo hago.
- Se usa señalar que se ha omitido un verbo: Tú naciste para ser bella; yo, para admirarte. Pasé la noche trabajando; tú, durmiendo. Ana come un pastel; Carlos, una gelatina. Ella está trabajando; yo, en casa. Ellos llegaron temprano; tú, tarde. La escuela está a la derecha; la iglesia, a la izquierda.
- Se usa en las expresiones adverbiales finalmente, o sea, efectivamente, por tanto, pues, por consiguiente, en segundo lugar, sin embargo, en fin, en efecto, por último, en general, es decir, esto es, sobre todo, naturalmente: Finalmente, obtuvimos un buen resultado, Me gustó su trabajo, por tanto, lo contrataré, Tengo razón, naturalmente. Sin embargo, lo intentaremos. En general, podemos decir que el equipo se desempeño adecuadamente. Efectivamente, la acusación es grave. Son carnívoros, es decir, se alimentan de carne. Por último, quiero subrayar los puntos relevantes que tratamos en esta reunión.
- Se emplea en las construcciones explicativas que interrumpen el sentido de la oración principal como es el caso de la aposición: Cervantes, el célebre escritor español, nació en 1547. Frida, la chica bonita y simpática, me dio un beso cuando la encontré tomando café. Mi hijo, que estudia en Alemania, me ha enviado hermosas postales. La ocasión, según dicen, hace al ladrón. Fernando, el hijo de mi vecino, es un gran deportista. Quien quiera asesoría hoy, o pasado mañana, debe presentarse antes de las cuatro.
- Se utiliza en las oraciones subordinadas adverbiales cuando preceden al principal: Si no lo haces, puedes arrepentirte toda la vida. Cuando terminamos la tarea, fuimos al cine. Como tú dijiste, el pasado no regresa.
- Se usa para separar modos oracionales en un mismo enunciado: Tómalo con calma, pareces muy alterado. Espera, necesito hablar contigo. ¿Estás bien?, pareces enferma. ¡No te preocupes!, lo resolveremos.
- Las conjunciones adversativas pero y mas si la frase que introducen es corta: Ella quería ir, pero él no. Él creyó todo, pero su amigo lo engaño.
- También se usa para evitar confusiones: Insistir, poco sirvió. Insistir poco, sirvió.